Profesionales del Movimiento Evita ante la “Reforma Impositiva” planteada por el gobierno de Hermes Binner

Rosario, Santa Fe (Agencia Paco Urondo) Quienes hemos venido apoyando el proceso de transformación política, económica y social, iniciado en nuestro país el 25 de mayo de 2003, vemos la necesidad y la obligación de manifestarnos ante la supuesta reforma impositiva planteada por la administración de Hermes Binner.

Decimos supuesta, por que pese a la escasa información que al respecto ha brindado el gobierno provincial, la “reforma” se limitaría a un simple impuestazo, uno más, de tantos que hemos sufrido los rosarinos bajo el gobierno socialdemócrata y a los cuales, parece, tendrán que acostumbrarse el resto de nuestros coprovincianos.

Consideramos que el estado debe intervenir en la economía para que los procesos de crecimiento económico puedan ser usufructuados por toda la sociedad y no por minorías. Es en este marco, que creemos que la política impositiva es una herramienta fundamental en la ejecución de políticas de crecimiento económico con inclusión social.

Entonces, por principio, no podemos oponernos a que el estado aumente la presión tributaria a fin de lograr una mejor distribución de la riqueza, de hecho hemos defendido férreamente el proyecto de retenciones móviles que impulsara el gobierno nacional.

Ahora, esta “reforma”, ¿persigue realmente una mayor equidad social?, creemos que no. La política impositiva es un arma de doble filo, tanto sirve para favorecer a los sectores más empobrecidos de una sociedad como para favorecer a las minorías privilegiadas. En este último sentido creemos que apunta la mentada “reforma”.

¿Por qué decimos esto?, según transcendidos, el impuestazo estaría dirigido a dos puntos básicos:

reestablecimiento del impuesto sobre los ingresos brutos a las industrias y mantenimiento de la exención a la producción agrícola. Creemos que el grueso de las industrias santafesinas son pequeñas y medianas empresas y que a su vez son la principal fuente de creación de empleo, por lo tanto más que castigarlas con nuevos impuestos deben ser estimuladas para que puedan ser competitivas y puedan seguir creando más empleo. El reestablecimiento del impuesto a las industrias santafesinas atenta pues, contra la creación de trabajo digno y decente y entendemos que cuando menos compatriotas tengan trabajo más injusta será nuestra sociedad.
Por otra parte, ingresos brutos es un impuesto que inevitablemente se traslada a los precios, con lo cual terminarán pagándolo los consumidores y entre ellos los sectores de menos recursos.

Aumento del impuesto inmobiliario: el aumento parece estar dirigido al inmobiliario urbano. Es decir que el peso del ajuste será también soportado por los sectores medios y bajos, sectores que la ciudad de Rosario ya se encuentran abrumados por el alza de alquileres e impuestos municipales (100% en algo más de dos años). En este aspecto consideramos que el ajuste debería orientarse hacia el impuesto inmobiliario rural, que recauda cifras que son irrisorias: en las zonas agrícolas más rentables no llega a $ 25 anuales por hectárea, mientras que cualquier departamentito en Rosario paga diez veces esa cifra.

Pensamos que debiera darse un debate amplio en toda la sociedad santafesina para definir quien deberá pagar este ajuste. Nosotros entendemos que no deben ser los sectores socio-económicos a los que apunta la socialdemocracia santafesina.

Otro tema que debemos debatir es el por qué de este ajuste. No entendemos por que debe hacerse. Desde 2001 a fines de 2007, la recaudación impositiva provincial se triplicó, no parece que los sueldos de los empleados estatales (principal argumento para justificar el ajuste), hayan aumentado en esa proporción.

La explicación a esto último, tal vez, la encontremos desde el punto de vista político: los socialdemócratas santafesinos han utilizado a la ciudad de Rosario como plataforma y vidriera política con la finalidad de mostrar la “eficiencia” de su administración al resto de la provincia.

Esta campaña electoral encubierta que duró años ha tenido un costo económico altísimo el cual se traduce en un aumento desmedido del presupuesto municipal rosarino y en un déficit presupuestario que algunos dicen que ronda el 20 %.

De ser cierta esta cifra sería insostenible, de ahí la necesidad del impuestaso: sostener la intendencia rosarina y reproducir el mismo esquema a nivel provincial para poder usar la provincia como vidriera de proyección política a nivel nacional.

En este sentido creemos que juegan algunas medidas como la de haber duplicado el número de ministerios existentes en la provincia.

Para concluir, pensamos que debe darse un profundo debate a nivel político, social, empresarial y sindical que permita fijar verdaderas políticas tributarias que favorezcan el crecimiento económico, la inclusión social y una justa distribución de la riqueza generada por toda la sociedad santafesina.

FREPEME. Frente de Profesionales y Empresario del Movimiento Evita de Santa Fe. frepeme@noov.com (Agencia Paco Urondo)

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